30 noviembre 2022 - La recolección y consumo de salicornia (o espárrago de mar) en la Bahía de Cádiz es una actividad conocida y cuyo origen se remonta a la prehistoria. Se trata de una planta halófita característica de las marismas y utilizada en la gastronomía local; sin embargo, existen muy pocos datos de base sobre el potencial que podría aportar su explotación como actividad complementaria a la acuicultura extensiva.
En el marco del proyecto AQUA&AMBI se ha llevado a cabo un estudio para proporcionar datos de referencia sobre la biomasa explotable de este recurso y el valor económico que podría representar para las empresas acuícolas que quieran hacer de su recolección una actividad complementaria a su producción.
Este estudio se ha desarrollado en una parcela donde actualmente se practica la acuicultura extensiva y crece salicornia de forma natural. “Tomamos muestras en varios puntos estimándose in-situ la cobertura y la altura de la mata. Una vez determinados estos parámetros, se simuló una recolecta tomando aproximadamente el 25% de la planta, de este modo, se deja la parte vegetativa de salicornia (los primeros 30 cm) para que pueda regenerarse y siga dando más cosechas a lo largo del año”, detalla Sergio Aranda, responsable del proyecto en CTAQUA, que junto a Erik Malta ha trabajado en este estudio.
En el estudio se ha estimado que realizando la recolección de este modo, la planta es capaz de dar entre 5 y 6 cosechas al año.
En el laboratorio, los resultados mostraron que de una cosecha sólo el 30% de la biomasa recolectada corresponde con la parte comestible de la planta. Llevando estos datos a la extensión de la parcela donde se han tomado las muestras, esto supone un valor medio de 0.7 Kg de salicornia comestible por metro cuadrado de canal de cultivo, y considerando que la planta alcanza un valor medio en el mercado de 28€/Kg, esto supone un beneficio anual de hasta 19,8€ por metro de canal de cultivo (dependiendo del número de cosechas).
Los resultados del análisis proximal enfocado en la parte comestible muestran que la salicornia puede ser un alimento adecuado para aquellas personas que necesiten un aporte extra de fibra, siendo también ideal para aquellos que necesiten incrementar el consumo de proteínas y aminoácidos esenciales en sus dietas. En el análisis destaca el bajo contenido en grasas, ya que presenta menos del 1% en contenido lipídico, pero además, este bajo contenido en grasas se corresponde con ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9. En estos análisis también se ha encontrado que la planta presenta un contenido en hidratos de carbono de casi el 40%, correspondiendo su gran mayoría a fibra (31%) y azúcares (8%). Por último, el contenido proteico alcanza casi el 14%, estando presente todos los aminoácidos esenciales y algunos complementarios. Este porcentaje de proteínas es comparable con especies de algas empleadas en la industria alimentaria, siendo su contenido muy similar al de Ulva lactuca (alga verde) o Laminaria digitata (alga parda).
Próximos pasos
“Este primer estudio aporta datos base de biomasa comestible de salicornia y el valor económico que puede representar en los esteros. No obstante, son necesarios estudios más profundos enfocados en los parámetros que determinan la distribución, cobertura y biomasa de este recurso para llegar a modelos de gestión que optimicen su producción”, explica Sergio Aranda.
En cuanto al contenido nutricional, aún se siguen analizando muestras y queda por determinar el contenido de la parte no aprovechable de la planta, con el objetivo de establecer un aprovechamiento de esta parte acorde a los resultados que se obtengan. También se está determinando la presencia de compuestos activos en la salicornia con uso farmacológico, ya que otros estudios que se están llevando a cabo postulan a la salicornia como posible remedio para enfermedades cerebrovasculares.
Estos resultados preliminares han sido presentados en una comunicación formato póster en el XVIII Congreso Nacional de Acuicultura que tuvo lugar la semana pasada en el Palacio de Congresos de Cádiz. Los resultados del estudio completo serán publicados a finales de año en un informe que contempla la explotación de otros recursos de la Bahía de Cádiz como las macroalgas y otras halófitas.