29 diciembre 2021 - El cultivo de micro y macroalgas en Europa se encuentra en un nuevo punto de inflexión. En prácticamente todos los países costeros europeos hay mucho interés en su cultivo a gran escala, y cada vez son más las investigaciones que se desarrollan en este ámbito. Industrias como la alimentación humana y animal, la cosmética, las farmacéuticas, entre otras, incrementan cada vez más su demanda de macroalgas, superando esta necesidad la oferta de biomasa recolectada en poblaciones silvestres.

“En CTAQUA, llevamos buena parte de nuestra trayectoria investigando e innovando a través de varios proyectos y servicios con las micro y macroalgas como protagonistas, por ello hemos reforzado nuestra infraestructura con la adquisición de un fluorímetro de modulación por amplitud de pulsos o PAM (por sus siglas en inglés), que contribuirá a mejorar nuestro trabajo en el campo de la producción de macroalgas”, señala Erik Malta, jefe del departamento de investigación aplicada y especialista en la ecología de macroalgas.

El PAM permite medir el funcionamiento de los fotosistemas del alga, obteniendo un indicador de eficiencia de la fotosíntesis. “Es un parámetro importante en organismos fotosintéticos como plantas y algas, que da información basal sobre el estadio fisiológico del organismo. En este sentido, es comparable con indicadores generales en humanos como la presión sanguínea o la temperatura corporal”, explica.

Si una alga se encuentra bajo condiciones no óptimas para su crecimiento, por ejemplo, falta de nutrientes, temperatura o salinidad desfavorable, etc., esto tiene un efecto casi inmediato en la eficiencia de la fotosíntesis. La medición de este factor con el PAM es cuestión de segundos, por lo que es una forma muy rápida y no invasiva de medir "la salud" de una alga. El dispositivo tiene aún más posibilidades, ya que también permite medir la tasa de fotosíntesis en diferentes condiciones y convertirla en la cantidad de oxígeno que se produce. Además, con la iluminación LED incorporada, se puede producir en 5 minutos la llamada Curva de Luz Rápida (RLC), que, entre otras cosas, indica lo bien que se adapta una alga a una determinada condición.

“Un PAM es un instrumento muy versátil”, afirma Erik Malta. “Nos permite determinar con mayor precisión las condiciones que influyen en la producción de algas para conseguir las mejores condiciones de cultivo posibles.” El dispositivo es portátil, por lo que las mediciones pueden realizarse fácilmente tanto en el laboratorio como en el campo (esteros, mar abierto, etc.).

“Este refuerzo en nuestra infraestructura aumentará en gran medida las capacidades de investigación de CTAQUA dedicadas al crecimiento de las macroalgas, ya que podremos desarrollar protocolos de cultivo mejores y más fáciles para las empresas interesadas en moverse en este campo”, concluye.

Próximamente, se utilizará el equipo en las pruebas de siembra de plantones de las especies de macroalgas Codium y Chondracanthus en el marco del proyecto ACCESS2SEA para optimizar los protocolos de cultivo. CTAQUA lleva varios años trabajando en el cultivo de macroalgas, como en los ya finalizados proyectos europeos BIOSEA e INTEGRATE, y en proyectos en curso como SIMBA, IMMUNO&ALGAE y ACCESS2SEA.

Este proyecto es financiado por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad, y cofinanciado por la UE mediante fondos FEDER, en el marco de la Orden  de  7  de  abril  de  2017,  por  la  que  se  aprueban  las  bases  reguladoras del  programa  de  ayudas  a  la  I+D+i,  en  régimen  de  concurrencia  competitiva, en el ámbito del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020) en la convocatoria de ayudas  a  infraestructuras y  equipamientos  de  I+D+i,  en  la  modalidad  adquisición  de  material  científico  y mejora de infraestructuras I+D+i, para entidades de carácter privado, en régimen de  concurrencia  competitiva,  en  el  ámbito  del  Plan  Andaluz  de  Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020).