23 marzo 2023 - La evaluación del ciclo de vida (ECV) es un método para evaluar los impactos potenciales de un producto o sistema basado en normas internacionales, como ISO14040 e ISO14044. El ECV se utiliza para evaluar, comparar y valorar la sostenibilidad medioambiental y social de productos y sistemas identificando los puntos conflictivos y revisando los puntos fuertes y débiles del proceso con el fin de mejorarlo.
Esta evaluación se realiza a lo largo de todo el ciclo de vida del producto o hasta que sale de la empresa productora. Sigue 4 pasos principales: Definición del objetivo y el alcance: cuando se definen la aplicación prevista, el enfoque, la audiencia, el límite del sistema, los requisitos de datos, la unidad funcional y todos los supuestos; análisis del inventario: recopilación de datos con todas las entradas y salidas del sistema; evaluación del impacto: los flujos elementales se convierten en indicadores de categorías de impacto; e interpretación, cuando se evalúan los resultados.
Para medir y evaluar la huella ambiental de los sistemas de la Acuicultura Multitrófica Integrada (IMTA, por sus siglas en inglés), el ECV es un importante conjunto de herramientas. Por ello, durante la primera fase del proyecto INTEGRATE, la metodología de ECV se ha aplicado en tres acciones piloto de cultivo mulitrófico: IMTA semi-intensivo y policultivo semi-intensivo llevados a cabo en Portugal por IPMA, e IMTA semi-extensivo en la Bahía de Cádiz por CTAQUA.
A través de las acciones piloto de este proyecto, los socios de Portugal y España han trabajado en el cultivo de algas (Ulva sp. y Gracilaria sp) , peces (dorada-Sparus aurata), y moluscos (ostión, Magallana gigas) en un mismo espacio, con el objetivo de contribuir a través de esta sinergia a la sostenibilidad del sector acuícola.
"En la segunda fase del proyecto que está ahora en marcha, se identificará el impacto medioambiental de las acciones piloto y se elaborarán recomendaciones para minimizar el impacto de la acuicultura tradicional. Además, se añadirá un estudio de caso que utilizará el IMTA para producir algas como producto principal, que será realizado por la empresa ALGAplus, en Portuga", señala María Galindo, responsable del proyecto en CTAQUA.
Con el trabajo realizado hasta el momento en el marco de INTEGRATE, es posible afirmar que los sistemas de IMTA necesitan encontrar fuentes de alimentación sostenibles, garantizar la recirculación del agua, buscar fuentes de energía y combustibles sostenibles e invertir en la diversificación de productos, añadiendo algas y pepino de mar, por ejemplo.
Esta nueva etapa de 17 meses de duración, liderada también por CTAQUA, está siendo llevada a cabo por un consorcio de 9 organismos y empresas de España, Francia, Portugal y Reino Unido. El consorcio está compuesto por la Universidad de Bangor (Gales), Irish Seaweed Consultancy (Irlanda), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y CTAQUA (España), Institut Agro y CEVA de Francia, y de Portugal la plataforma Greencolab, IPMA y la Universidad del Algarve.